miércoles, 16 de noviembre de 2011

el ciclo de reproducción de las plantas



CICLO DE VIDA
Polinización

Todo árbol nace de una semilla, y toda semilla de una flor polinizada. Polinización es el transporte del grano de polen hacia el pistilo de una flor, es decir, el proceso a través del cual se juntan los genes macho y los genes hembra de un tipo de árbol. A diferencia de los humanos, las flores macho y hembra muchas veces se encuentran en el mismo árbol.
La polinización puede ser directa, cuando al pistilo de una flor llega el polen producido por la propia flor. Mucho más frecuente es la polinización cruzada, que se produce cuando a una flor llega el polen procedente de otra. El transporte del polen lo realizan el viento o los animales (generalmente insectos).
Las flores polinizadas por los insectos se caracterizan por tener colores y perfumes llamativos, que sirven para atraerlos. Cuando el insecto pasa de una flor a otra, transporta sin darse cuenta el polen en sus alas y antenas. Las flores fecundadas por acción del viento son menos vistosas. Los granos de polen suelen tener dispositivos que favorecen el arrastre por el viento. Pinos, cereales, alisos y nogales son fecundados de esta manera.




 





 La semilla es la estructura característica. Es producida no sólo por las plantas con flores (angiospermas) sino también por los diversos tipos de plantas con conos y plantas afines (gimnospermas). Una semilla consiste esencialmente de tres partes:
  • una planta extremadamente pequeña, el embrión;
  • abundante reserva alimenticia
  • una dura y resistente cubierta protectora, la testa o cubierta de la semilla.


La morfología de una semilla es grandiosa. Toda su estructura es una adaptación a una condición de reposo y germinación subsecuente. Esto a menudo da como resultado germinación solamente cuando las condiciones ambientales son apropiadas para asegurar el crecimiento posterior de la plántula.
 



Una vez producidas las semillas o los frutos que contienen semillas, deben ser diseminados en la tierra para que los árboles puedan empezar a crecer. Es decir, es necesario que se extiendan, colonizando la mayor superficie de terreno posible. La diseminación puede realizarse con medios de la propia planta o con la ayuda de animales.

Germinación

Todas las semillas requieren de condiciones adecuadas de humedad y temperatura para la germinación y crecimiento de la plántula. Hasta que estas condiciones sean alcanzadas, la semilla permanecerá "dormida", desarrollando un nivel muy bajo de metabolismo y permaneciendo viva, pero no permitirá los cambios metabólicos que en último término conducirán a la división celular, crecimiento y emergencia del embrión. Otras semillas son aún más restrictivas en sus requerimientos para la germinación. Algunas de ellas pueden necesitar condiciones o tratamientos de luz especiales, algunas requieren de la ruptura de la cubierta de la semilla,


otras requieren de una cierta penetración por cantidades

relativamente grandes de agua para la remoción de inhibidores químicos. Se dice que semillas con estas necesidades especiales (además de suficiente humedad y temperatura apropiada) están latentes (estado de latencia) hasta que se cumplen estas necesidades. Las semillas que requieren solamente de humedad y temperatura apropiadas, se dice que están quiescentes (pero no latentes) antes de la germinación. Luego de germinada la semilla, esta crece y se convierte en una plántula para finalmente convertirse en un nuevo árbol.













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