martes, 29 de mayo de 2012

UNA ESTACION METEREOLOGICA


Últimamente el tiempo ha estado muy variado: días de viento seguidos de días de lluvia, altas temperaturas, nublados, tormentas...así que te propongo iniciar un proyecto de observación de fenómenos meteorológicos para intentar averiguar después cómo se producen. El primer paso será  montar una estación meteorólogica para iniciar la observación y el registro de datos.

Una estación meteorológica es una instalación destinada a medir y registrar regularmente diversas variables meteorológicas. Estos datos se utilizan tanto para la elaboración de predicciones meteorológicas a partir de modelos numéricos como para estudios climáticos.

VELETA
1.- Iniciaremos construyendo una veleta para conocer la dirección desde dónde sopla el viento. Sólo necesitamos cartulina, un popote, una engrapadora, un lápiz con goma en la punta, un alfiler. Y para el soporte de la veleta una lata, arena y piedras para rellenarla.

Empezamos recortando en la cartulina las figuras correspondientes a los extremos de una flecha. Engrapamos estas figuras en los extremos del popote. Atravesamos el centro del popote con un alfiler, que clavamos sobre la goma del lápiz. Y finalmente, clavamos el lápiz en el soporte, que debe ser pesado para evitar que se caiga con un golpe de viento. También podemos utilizar una maceta, por ejemplo.


Como último detalle, utilizamos una brújula para averiguar las direcciones norte, sur, este y oeste y colocamos unos triángulos también de cartulina en el borde del soporte indicando estas direcciones.

Ya sólo nos queda observar la dirección de la veleta en los días de viento y tomar nota de nuestras observaciones.

PLUVIOMETRO

Ahora vamos a construir un pluviómetro para registrar medidas de la cantidad de lluvia caída.
Necesitamos una botella de plástico, cinta adhesiva , un cúter, una regla, un rotulador y piedrecitas pequeñas de río.
Empezamos cortando la parte superior de la botella. Rellenamos unos centímetros la base de la botella con las piedrecitas de río. El objetivo es darle peso para evitar que vuelque. 


Sobre las piedras, echamos un poco de agua hasta el punto en el que termina la capa de piedras (este nivel será el nuestro nivel 0 del registro de agua). 
Ahora, sobre la base colocamos la parte superior de la botella, pero invertida a modo de embudo, y la pegamos a la parte inferior con cinta. Finalmente, con la ayuda de la regla y el rotulador, hacemos unas marcas en la parte exterior de la botella, marcando los diferentes niveles. Partimos del nivel 0, que como dijimos será el borde donde acaban las piedras, y el resto de niveles los marcaremos cada medio centímetro.


Ya sólo nos queda observar y tomar nota de los diferentes niveles que registramos después de cada día de lluvia, recordando vaciar el agua sobrante, hasta volver a alcanzar el nivel 0 después de cada observación. 


En mi casa después de nuestra primera lluvia y posterior registro nos encontramos con el “pequeño detalle” de que no podíamos vaciar el agua del pluviómetro (sin despegar la parte superior, claro). Así que te recomendamos hacer también lo que hicimos nosotros: un pequeño agujero de salida sobre el nivel máximo.

Es interesante comparar las observaciones, y nota también  la influencia en el resultado de las medidas no sólo de la fuerza del chaparrón sino también de la duración de la lluvia.

EL ANEMOMETRO                                                                                                         nos permitirá conocer la fuerza del viento.


Necesitamos dos pajitas, un plato de plástico o papel, 4 vasos también de plástico o papel, un lápiz con goma en la punta y un alfiler. Y un soporte suficientemente pesado, por ejemplo una lata o un tiesto relleno de tierra y piedras.

Comenzamos pegando las dos POPOTES en forma de cruz sobre el plato. Es importante que los dos popotes tengan la misma longitud para un funcionamiento correcto. Después pegamos un vaso en cada uno de los extremos de las pajitas con una pistola de silicon, tal como vemos en la fotografía, de forma que todos los vasos tengan la boca en la misma dirección!!.


Finalmente, atravesamos el centro de la cruz con un alfiler, que clavamos sobre la goma del lápiz. Y colocamos el lápiz sobre el soporte....Ya tenemos listo el anemómetro.

 

En los días de viento, observaremos que el anemómetro gira más rápido cuanto más viento haga. Podemos medir el número de vueltas que da el anemómetro en un minuto (marcando uno de los vasos con un rotulador, o haciendo que uno de ellos sea diferente). Y medir aproximadamente el perímetro de la circunferencia que describen los vasos de los extremos (aproximadamente el perímetro del plato). Multiplicaremos el número de vueltas por el perímetro de la circunferencia (en cm) y tendremos la velocidad del viento en centímetros por minuto

¿Que te parece si cada mañana durante una semana al ingreso dedicamos unos 5 minutos s revisar y registrar nuestros resultados?

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